lunes, 15 de noviembre de 2010

Hubo un dia

Hubo un día en que fue feliz, sin preocupaciones, pero algo paso, inevitable, el tiempo no perdona, y fue creciendo, poco a poco, su mundo cambio, la inocencia se perdía, y la fuerza, madurez entraban en su alma, pero sin perder jamas,jamas, la imaginación, al tiempo, llegaron las lágrimas, el primer desamor, el crudo olor a realidad, aun así, inevitable, el tiempo seguía pasando, la cara adolescente cambiaba a una cara bonita.


 Y llego el día, ese día, que el destino le tenia preparado, un viaje, y de pronto Madrid, increíble, nunca una ciudad enamoro tanto a una persona, tanto que la cegó, lleno de amistades, que rotaban de manera rápida, inevitable, el tiempo paso, con la ceguera, llego el estampido, el choque, el día mas triste, su inocencia se desvaneció en solo cuestión de una palabra, la tristeza capaz de inundar a el, y todos los que le rodeaban, nunca tanto una ciudad hizo tanto daño.


 Con el dolor, la decepción, y un recuerdo que le perseguirá allá donde vaya por siempre, volvía a el lugar que le vio nacer, era inevitable, el tiempo pasaba, costo mucho, mucho, reponerse hasta llegar a la normalidad, fue un trabajo, de ocultar sentimientos, lágrimas, pero funciono, llego a creerse su propia mentira, ahora estaba bien, era inevitable, y el tiempo pasaba.


 La cara se va convirtiendo en la de un hombre, la madurez volvía lentamente, solo la imaginación, fue quien nunca le abandono, gracias a ella, sigue, es inevitable y el tiempo pasa a día de hoy, sigue siendo un corazón roto, un alma perdida, que grita donde sabe que no le oirá nadie jamas, que llora a escondidas, que aun hoy, se disfraza para hacer creer día a día la realidad que inventa, y  aunque a aprendido a vivir con el dolor, sigue sin perdonarse, sigue creyendo que algún día podrá ser, esa persona que solo habita en su cabeza, es inevitable y el tiempo no para, y si a ratos es feliz, a ratos logra olvidar, a ratos cree en los milagros...


Hasta donde puede llegar este estilo de vida?, se pregunta, sin respuesta alguna, únicamente la que el tiempo inevitablemente le dará, porque solo, es el tiempo el que no para, estés bien o mal, lejos o cerca, solo el tiempo te da y quita, y tu observas, y juegas, pues la ventaja del tiempo, es que es el resultado de todos los pasos.




Breve relato de una vida.

domingo, 14 de noviembre de 2010

No creo en el Amor

El titulo no es tan contundente como parece, me explico; me he dado cuenta que no creo en el amor que creen tantas personas, creo que mis sentimientos cada ida que pasa están mas desfazados, y para colmo son de estos que por mas que quieras parecen que no se volverán a poner de moda nunca. Parece que la gente que me rodea con sus experiencias, no se acercan a lo que yo esperaba al lanzarme a esto, me siento como el niño que va al colegio sin uniforme y todos los demás se le quedan mirando con cara de "ja ja ja".
La gente que dice quiero enamorarme tendría que pensar un poco en ello, hablo del amor tal y como lo entiendo yo, el amor mas o menos de hace unos 50 años donde las cosas eran idílicas, como dice una canción "No tienen ni idea de lo que intenta probar." Canción que recomiendo Don't Belive in Love de The School.


Ayer tuve una conversión con una persona que emana sabiduría, drástica pero sabiduría, y me ha hecho pensar, muchas veces por no decir casi todas, buscamos la felicidad por medio de otra persona, necesitamos ser dependientes, porque nosotros mismo no somos capaces de ser felices con nuestros propios méritos, eso no quiere decir que sea inevitable que deseemos tener alguien al lado, pero, tener a alguien no significa que esta persona, solo por el simple hecho de estar con ella nos haga felices. Pienso que las personas desde que nacemos vamos en busca de la libertad, y creo que la libertad viene con el conocimiento y para ello es obligado experimentar, hacerlo bien, hacerlo mal, repetir...
Es duro darte cuenta de que gran parte de lo que creías hasta el día de ayer, era mentira, pero mas duro es seguir mintiéndose uno mismo.
Es duro darte cuenta que perdiste la llave de la felicidad, sobre todo cuando te encuentras al final del camino sin salida, y te das cuenta que la perdiste hace tanto tiempo que ya ni sabes donde esta.


Hacer a estas alturas una autoevaluacion es difícil, por eso prefiero esperar a cerrar el ciclo, y hacerla justo en el momento en el que diga, ya puedo, también es algo que me da pereza, aunque a pereza le llevo ganadas algunas batallas ya con ella.
Salgo mas a la calle, solo, voy de compras, paseo sin necesidad de quedarme en casa porque nadie puede salir.



La reforma va en camino.

martes, 2 de noviembre de 2010

Utopía tan real como el aire...

Hoy es día especial, escribo y no es sábado, como usualmente suelo hacer, pero hoy tengo ganas.


No es parado desde que me desperté, pero mal tiempo le he puesto buena cara, y es que en cierta manera este tiempo de lluvia y algo de frió, me pone tremendamete "feliz", decidí ser amable y educado con la gente que encontrara a mi alrededor y parece que surge efecto, he tenido que tratar con médicos, administrativos y gente de la calle, y creo que me han visto hasta cara de buena persona, no es que este feliz especialmente, el tiempo ayuda, pero no lo es todo, pienso que todo lo que me pierdo por estar quieto, por no relacionarme tanto como tendría que hacer, y aunque no este feliz del todo, pienso que por lo menos tendría que ser amable y educado con quienes me rodean.


 Voy tan aprisa siempre que no veo los detalles que tanto me gustan, me gusta la soledad, el algo que necesito, pero necesito también afecto, pienso en el ser humano, reclamo continuo de sentimientos, y a la par la imponente necesidad de dar aquello que sentimos, no todos lo hacemos igual, y eso lo hace único, pero con algo en común y es que todos, todos tenemos estas necesidades afectivas, y de una manera u otra lo hacemos, seleccionamos a quien por un sentimiento y se lo damos.


Pienso si mi vida es una constante utopía, si estoy destinado a ser la típica persona de sueños imposibles, esa persona la cual sin razón alguna el destino, dios...como se llame parece que le niega aquello que quieren, o si simplemente me gusta vivir en esta utopía, y no veo la manera de salir.
Observo, observo mucho, me gusta ver a la gente que me rodea, lo que hacen, esto provoca un sentimiento en mi muy especial, analizo a la gente, el hombre de 40 años que va en la guagua cansado del trabajo, la mujer delicada de 30 tantos sin anillo que diga tengo a alguien a mi lado que me ama, la pareja de ancianos que se ayudan para subir a la guagua, los tantos y tantas marujas que van en ella, los jóvenes que empiezan a andar en el proyecto de ser adultos, la madre y su bebe...y así tantos casos como personas y yo pensando que les pasara, son felices, están tristes, que hay detrás de cada uno...luego lo pienso y realmente no quiero saber la respuesta, me da respeto, miedo, de pensar que sus realidades que puede o no ser buenas, de no poder ayudar, por eso me quedo con algunos gestos del momento, las caricias, los suspiros, el tembleque de la pierna etc...así me hago una idea.


Tengo ganas de dormir, pero no un sueño común, uno largo, para descansar, verme relajado, en una casa grande y bonita, con una melodía relajante a piano y violín de fondo idílico, con gran jardín, y con un hombre que me quiera, es sueño como de anuncio de algo que la gente sale vestida de blanco, desconectar un momento de este planeta, estar en un lugar donde mi utopía desaparece y resulta que es algo tan real como el aire...


Utopía tan real como el aire...